Adoración de los Pastores

Adoración de los pastores. Juan Bautista Maíno. Óleo sobre lienzo, 315 x 174 cm. 1611-1613. Madrid, Museo Nacional del Prado
 
 
El autor del cuadro lo realizó, junto a la Adoración de los Magos, para adornar los muros de la iglesia de San Pedro Mártir, en Toledo, donde presidiría el altar del templo; en mismo convento en el que años mas tarde Maíno profesaría como dominico.
Su presencia en Toledo seguramente le influyó (obra del Greco). Sin embargo, el estilo predominante en la obra es el del Naturalismo tenebrista, especialmente influido por Orazio Gentileschi y Caravaggio.Sus composiciones, abigarradas de personajes, están captados de la manera más realista posible, y podría decirse que los ángeles que aparecen entre las nubes, asomándose, son en realidad chicos de pueblo que el pintor ha utilizado como modelos. El primer plano, con la ofrenda de los pastores, ofrece a Maíno la oportunidad de llevar a cabo un precioso bodegón. En los personajes emplea un estilo vigoroso, descriptivo (la piel, las arrugas, texturas de ropajes...). A la derecha tenemos la presencia de la mula y el buey, que miran al Niño Jesús, donde Maria (vestida de rojo -símbolo de la futura Pasión- y azul- símbolo de su pureza- ), en amorosa contemplación, acompaña a José que besa la mano del Señor. Los pastores enmarcan la escena; uno arrodillánose (observar sus ropas), y los otros al pie de la escena, tocándo una flauta y el otro con su perro y sujetándo un cordero (símbolo de Cristo que se inmolará), donde hace un estudio anatómico, arrodillado y girado al lado contrario.
La iluminación, se presenta desde lo alto, de una forma real y alegórica, empleando la estrella que menciona la Sagrada Escritura.

Manuel





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