Un niño llamado Bishoi fue el encargado de elegir a ciegas la papeleta. | Efe
- El niño con los ojos vendados ha elegido la papeleta con su nombre
- Tiene 60 años y ayudante del papa interino Bajomios
- Asumirá oficialmente el cargo el próximo 18 de noviembre
Tras tres horas de emoción contenida, homilía y cánticos, un niño con los
ojos vendados ha designado este domingo al nuevo papa de la Iglesia Ortodoxa
Copta, el Obispo Tauadros, de 60 años y ayudante del patriarca interino.
El afortunado por el azar de la lotería divina, que asumirá oficialmente el
cargo el 18 de noviembre, era hasta la fecha obispo de la provincia de Beheira,
en el norte del país, y está licenciado en Farmacia por la Universidad
de Alejandría. Fue ordenado obispo en 1997.
"Tauadros era mi preferido y he sentido una emoción que no tengo
palabras para describir", confesaba a ELMUNDO.es Abdel Hakim, un ejecutivo
de 46 años, pocos minutos después de que los cientos de fieles congregados en
la catedral rompieran un sobrecogedor silencio y estallaran en aplausos. Un
niño llamado Bishoi, elegido en un sorteo previo entre una docena de
candidatos, fue el encargado de poner sus manos en la urna y elegir el
huevo de cristal que contenía la papeleta de Tauadros.
Al conocerse la decisión, varias palomas han sobrevolado el altar y se ha
desplegado un enorme cartel con el retrato del nuevo papa. Cuatro décadas
después de la última elección, una de las iglesias más antiguas de Oriente –que
sigue el 10% de los egipcios- ha cumplido así con la tradición no exenta de
controversia de dejar el
nombramiento de su máximo líder en manos de un niño con los ojos vendados.
"Pedimos la ayuda del Espíritu Santo", declaró Bajomios en su sermón
inicial. Además, insistió en que el método "proporciona una bendición
especial al elegido".
12 entre 200
"El único que nos protege es Dios, que elige al Papa. Hemos sido
asesinados durante veinte siglos y seguimos aquí", aseguró a este diario
Essam Ibrahim, uno de los decenas de boy scouts llegados de todos los rincones
de Egipto para ayudar en la organización de una ceremonia oficiada por
el Obispo Bajomios, el patriarca interino desde la muerte de Shenuda
III el pasado marzo.
El acto, que ha reunido a personalidades cristianas y sacerdotes de luengas
barbas pertrechados con sus tradicionales túnicas negras, se ha forjado durante
semanas. Ayer sábado el Obispo seleccionó a 12 menores entre los 200
que se habían inscrito como voluntarios en las listas de la Catedral cairota de
Abasiya. En el altar, el menor guiado por la Divina Providencia ha
escogido una de las tres papeletas blancas del mismo tamaño depositadas en una
urna de cristal sellada con cera roja.
Cientos de fieles -que han accedido a un templo rodeado por estrictas
medidas de seguridad- han sido testigos de un instante "histórico",
como relataba emocionado un hombre en la cincuentena. La liturgia, transmitida
en directo por varias televisiones egipcias, acaba con meses de vacío
en los que los temores de la minoría copta –con una importante diáspora
afincada en Estados Unidos o Canadá- habían crecido al calor de periódicos
incidentes sectarios y la llegada al palacio presidencial del islamista Mohamed
Mursi.
"Espero que el nuevo papa se aleje de la política y no se
enfrente a los islamistas. Solo pido que sea justo", confiesa
Ibrahim en los aledaños de la catedral. El sucesor de Shenuda III, un viejo
ermitaño que falleció a los 88 años convertido en líder carismático e
inamovible en asuntos como la prohibición del divorcio, podrá hasta su
investidura recluirse en un monasterio o comenzar a ejercer sus funciones.
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