Giotto, Capilla de los Scrovegni. Padua
"Así como antiguamente al pueblo hebreo, una vez liberado de Egipto, en el quincuagésimo día después de la inmolación del cordero, le fue entregada la ley en el monte Sinaí; así también después de la Pasión de Cristo, en la que fue inmolado el auténtico Cordero, a los cincuenta días después de la resurreción, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y sobre todo el pueblo creyente. Por eso todo cristiano que preste la debida atención puede comprender que los inicios del Antiguo Testamento guardan relación con los comienzos del Evangelio, y que la Nueva Alianza fue establecida por el Único Espíritu que había instituido la antigua...Desde aquel día una lluvia de carismas y un río de bendiciones regaron todo el desierto y toda la aridez del mundo ..... Y para ahuyentar las antiguas tinieblas brillaron los fulgores de la nueva luz con el resplandor de las lenguas de fuego; se hacía oir la lucida palabra del Señor y se escuchaba un lenguaje ígneo, que poseía eficacia para iluminar y fuerza para quemar, a fin de producir compresión y destruir el pecado."
San Leon Magno. Sermón 75
Manuel
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