Poema

Aunque sé que, por hombre y por derecho,
has salido a buscarme y has sabido
cercar por hambre mi corazón perdido
y con tu pan dejarme satisfecho.

Pero sé que, después, hecho y deshecho,
me va quedar el cuerpo malherido
y que, amargo de hiel y sin sentido,
si Tú no vuelves, quedará mi pecho.

¿Oh, no juegues, Señor, a alimentarme
si voy luego en las flores a olvidarme
de que, siendo Tú el pan, pueda perderte !

Tan insensato soy, Señor, que puedo
otra vez alejarme y tengo miedo
de que, tras de mi olvido, esté la muerte.
Amén.

Luis Lopez Anglada

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