Como ya informamos el pasado sábado celebramos en la Parroquia una misa de acción de gracias por la JMJ, en ella al final José Responsable de Acogida de los locales de la Parroquia, realizó la oración de acción de gracias, que por su importancia ahora reproducimos. (algunos ya la habéis podido leer en el comentario del citado sábado)
Hoy se cumplen dos meses desde el comienzo de un auténtico milagro. La JMJ,sin duda lo es porque desde entonces, contemplamos la religión desde un punto de vista más próximo: CRISTO. La semana que pudimos compartir con más de tres millones de peregrinos católicos, es inolvidable, a la par que gratificante. En ella pudimos ver y sorprendernos, de nuestra entrega, nuestra voluntad y servicio por todos aquellos que necesitaban nuestra ayuda. Recuerdo una frase que nos dijo el Papa Benedicto XVI cuando se despedía de nosotros en Ifema " ser el primero empieza por ser el último,el servidor de todos". El servidor de todos.
Alegría, dedicación y sacrificio, pueden ser sinónimos de la"V" de voluntario que llevamos en el dorso. Dar el todo por el todo, con CRISTO, para CRISTO, a CRISTO. No eramos nosotros. Yo personalmente no soy así de bueno. Digo esto, porque sin el aliento del ESPÍRITU SANTO y sin la ayuda de DIOS, hubiéramos sido incapaces de coordinar semejante esfuerzo y tener tiempo para establecer fuertes lazos de amistad, especialmente con el grupo de "Ticos" que se alojaronn en los salones parroquiales y disfrutar al mismo tiempo de todo lo que aconteció esos días: el Viacrucis, el día de Cuatrovientos... aún se me pone la piel de gallina recordando cuan especiales y vivos fueron esos momentos, pero más puntiagudos se me ponen al ver la felicidad, la plenitud y el amor de CRISTO en los rostros de todos vosotros. Es posible que muchos no pudiéramos ver al Papa a dos centímetros, pero sí pudimos experimentar la Fe a través de los demás.
Muchas gracias a todos aquellos que se dieron enteros a CRISTO. Muchas gracias a todos los que contribuyeron a que esta Jornada con mayúsculas fuera un éxito de fe y amor.
Gracias a Dios por haberlo hecho posible y gracias también porque esta unión con ÉL no haya caído en el vacío, y podamos, dos meses después, seguir ofreciéndonos y servirle con la misma ilusión y devoción.
Gracias a todos. José.
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