Con gran éxito de público se celebró la excursión fin de curso del GMA; además el tiempo acompañó plenamente al desarrollo de tan grande acontecimiento.
Como presentación y paseillo tuvimos las explicaciones de "Ciri" en el Aula de interpretación del Castro de Miranda en Chamartín (Avila); donde nos dieron idea del lugar geográfico y la vida y costrumbres del pueblo vettón. Posteriormente ya a coche y por vía pecuaria nos desplazamos a la puerta misma del yacimiento; donde trás organizarnos realizamos un lindo y caluroso paseo por el emplazamiento; de cartel en cartel y de sombra en sombra aprovechando las de las encinas circundantes. Tuvimos incluso el placer y sorpresa del vuelo de dos buitres que se encontraban en la zona, lo que causo alegría y alborozo entre los paisanos caminantes que allí nos encontrábamos.
Antes de finalizar la visita admiramos la belleza natural de una encina, a caso, centenaria junto a la necrópolis de la Osera.
Refresco de agua, y a los coches; pues debíamos subir hasta el pueblo cercano de San Juan del Olmo, para recoger las llaves de la Ermita de las Fuentes; donde teníamos previsto el descano merecido y el avituallamiento y refresco. Hasta la llegada al pueblo mencionado, atravesamos: Cillán, Muñico, y Ortigosa del Río Almar (afluente del Tormes, nombre recordado por la travesía del municipio de Alba; cuna de la Santa Abulense por excelencia).
La llegada a San Juan del Olmo, fue breve, pues una de las sorpresas del recorrido, había concluido: en la villa, en su plaza, habíanse las señoras del lugar reunido para ejercitarse y mostrar al público mas jóven, como se trabaja el arte de los "bolillos" y su encaje. Quizás en otra ocasión.
Lo que si pudimos admirar en el local adyacente al fronto, es una pequeña exposición con los trabajos realizados durante el inverno por las mujeres de este pueblo.
LLegada a la Ermita, visita, que nos depara un interior barroco, tras los muros externos de piedra libre de decoración. Frescor intenso y penumbra, rezo y recogimiento en las oraciones ofrecidas allí, por nosotros visitantes.
En el exterior, y bajo las sombras de chopos y olmos, se extienden sábanas y manteles para preparar la llegada de las viandas y bebidas; estas últimas desplazándose desde otro pueblo vecino. Los allí reunidos anhelantes charlamos y "picamos" para entretener el estómago a la espera de las cajas de bebidas y el pan candeal.... Alguno hubo que probó en la espera el agua fresca de esta ermita, en sus dos fuentes con dos caños cada una, con la figura de la virgen en el vértice de piedra, y la oración Ora Pro Nobis, 1667.
La comida fue disfrutada; allí se reunieron, tortillas y empanadas; filetes y salmón, y una buena pata de jamón incluso apareció para sorpresa y alegría; pimientos con pan.....; sandía, café y postres; arroz con leche de Isabel, rosquillas de Elena, pastas y cortadillos circularon por doquier.
Después silencio, relax, aguardiente y siesta para algunos, y partida de mus para otros... !! Una delicia !!
El tiempo transcurre lentamente, bajo la sombra de estos árboles que nos acogen, y el aire..... que a alguno hizo cambiar de color, como si de otro paisano se tratara.
La misa de siete en Villatoro, nos hizo volver a la realidad y encaminarnos a esta villa hidalga de los Dávila de otros tiempos. Se aparcan carruajes y nos encaminamos a la Iglesia dedica a San Miguel. De nuevo el interior de penumbra nos recibe, muros altos de iglesia gótica, con artesonado mudéjar, sorprenden al viajero y recuerdan a otros su anterior estancia. La misa celebrada por los dos sacerdotes auna nuestros corazones con las gentes del lugar que terminan con emociones al cantar a la Virgen Do Morro nuestra despedida final.
Pero aún quedaba una guinda para terminar, los vecinos villatoranos, nos habían preparado unas pastas y un refresco al terminar la celebración; así que nos dirigimos al antiguo local del sindicato agrario; allí disfrutamos de conversación e intercambio entre nosotros. Emociones, alegría y agradecimiento.
Parte del grupo parte para la gran ciudad, dejándo atrás estas tierras. Los que quedamos aún tenemos un rato más de conversación y bocadillo (para los más jóvenes) con el párroco de estos pueblos, D. Felix, al que desde este blog damos las gracias, así como al pueblo de Villatoro que nos acogió en este grato día.
Manuel
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Aula de Interpretacion. Chamartin![]()
Castro. Campo de Piedras incadas![]()
Castro. Muralla tercer recinto.![]()
Encina junto a la Osera ![]()
Comida
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Avituallamiento
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Virgen de las Fuentes
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Ermita de las Fuentes
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Villatoro. Iglesia
Como presentación y paseillo tuvimos las explicaciones de "Ciri" en el Aula de interpretación del Castro de Miranda en Chamartín (Avila); donde nos dieron idea del lugar geográfico y la vida y costrumbres del pueblo vettón. Posteriormente ya a coche y por vía pecuaria nos desplazamos a la puerta misma del yacimiento; donde trás organizarnos realizamos un lindo y caluroso paseo por el emplazamiento; de cartel en cartel y de sombra en sombra aprovechando las de las encinas circundantes. Tuvimos incluso el placer y sorpresa del vuelo de dos buitres que se encontraban en la zona, lo que causo alegría y alborozo entre los paisanos caminantes que allí nos encontrábamos.
Antes de finalizar la visita admiramos la belleza natural de una encina, a caso, centenaria junto a la necrópolis de la Osera.
Refresco de agua, y a los coches; pues debíamos subir hasta el pueblo cercano de San Juan del Olmo, para recoger las llaves de la Ermita de las Fuentes; donde teníamos previsto el descano merecido y el avituallamiento y refresco. Hasta la llegada al pueblo mencionado, atravesamos: Cillán, Muñico, y Ortigosa del Río Almar (afluente del Tormes, nombre recordado por la travesía del municipio de Alba; cuna de la Santa Abulense por excelencia).
La llegada a San Juan del Olmo, fue breve, pues una de las sorpresas del recorrido, había concluido: en la villa, en su plaza, habíanse las señoras del lugar reunido para ejercitarse y mostrar al público mas jóven, como se trabaja el arte de los "bolillos" y su encaje. Quizás en otra ocasión.
Lo que si pudimos admirar en el local adyacente al fronto, es una pequeña exposición con los trabajos realizados durante el inverno por las mujeres de este pueblo.
LLegada a la Ermita, visita, que nos depara un interior barroco, tras los muros externos de piedra libre de decoración. Frescor intenso y penumbra, rezo y recogimiento en las oraciones ofrecidas allí, por nosotros visitantes.
En el exterior, y bajo las sombras de chopos y olmos, se extienden sábanas y manteles para preparar la llegada de las viandas y bebidas; estas últimas desplazándose desde otro pueblo vecino. Los allí reunidos anhelantes charlamos y "picamos" para entretener el estómago a la espera de las cajas de bebidas y el pan candeal.... Alguno hubo que probó en la espera el agua fresca de esta ermita, en sus dos fuentes con dos caños cada una, con la figura de la virgen en el vértice de piedra, y la oración Ora Pro Nobis, 1667.
La comida fue disfrutada; allí se reunieron, tortillas y empanadas; filetes y salmón, y una buena pata de jamón incluso apareció para sorpresa y alegría; pimientos con pan.....; sandía, café y postres; arroz con leche de Isabel, rosquillas de Elena, pastas y cortadillos circularon por doquier.
Después silencio, relax, aguardiente y siesta para algunos, y partida de mus para otros... !! Una delicia !!
El tiempo transcurre lentamente, bajo la sombra de estos árboles que nos acogen, y el aire..... que a alguno hizo cambiar de color, como si de otro paisano se tratara.
La misa de siete en Villatoro, nos hizo volver a la realidad y encaminarnos a esta villa hidalga de los Dávila de otros tiempos. Se aparcan carruajes y nos encaminamos a la Iglesia dedica a San Miguel. De nuevo el interior de penumbra nos recibe, muros altos de iglesia gótica, con artesonado mudéjar, sorprenden al viajero y recuerdan a otros su anterior estancia. La misa celebrada por los dos sacerdotes auna nuestros corazones con las gentes del lugar que terminan con emociones al cantar a la Virgen Do Morro nuestra despedida final.
Pero aún quedaba una guinda para terminar, los vecinos villatoranos, nos habían preparado unas pastas y un refresco al terminar la celebración; así que nos dirigimos al antiguo local del sindicato agrario; allí disfrutamos de conversación e intercambio entre nosotros. Emociones, alegría y agradecimiento.
Parte del grupo parte para la gran ciudad, dejándo atrás estas tierras. Los que quedamos aún tenemos un rato más de conversación y bocadillo (para los más jóvenes) con el párroco de estos pueblos, D. Felix, al que desde este blog damos las gracias, así como al pueblo de Villatoro que nos acogió en este grato día.
Manuel
Pd: por último unas fotos de las etapas de este día disfrutado gracias a Dios por todos nosotros.
Aula de Interpretacion. Chamartin
Castro. Campo de Piedras incadas
Castro. Muralla tercer recinto.
Encina junto a la Osera
Descanso y mus
Virgen de las Fuentes
Ermita de las Fuentes
Villatoro. Iglesia
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