Salmo 118 (XIX)

Te ínvoco de todo corazón
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito; sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.

Mis ojos se adelantan a la vigilias,
meditando tu promesa;
escucha mi voz, por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.

Tú, Señor, estás cerca
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.

Gloria al Padre.........

Manuel

Comentarios