Museo del Prado. Adoración de los Magos, 1611-1613
Fray Juan Bautista Maino *
Lo primero que destaca en el cuadro es la aglomeración de los personajes en una composición vertical, aunque a pesar de ello lo que vemos es acción y movimiento; y lo segundo la iluminación de los mismos contrastando con zonas oscuras y sombras.
La escena se encuentra debajo de un arco (no en una cueva, ni en un portal…), en una construcción que se adivina más grande (unas murallas), con un jardín que se esboza y al fondo un puente (quizás de entrada a la fortaleza y encima la estrella que ha guiado a los magos: “Vimos su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo” (Mt 2, 2)”
Todo el conjunto de gran realismo alrededor de la figura del niño, las caras perfiladas así como el estudio de los ropajes con sus pliegues maravillosamente realizados.
Los tres reyes rodeando al niño, en una escala donde el superior es el rey negro, Baltasar, procedente de Africa, acompañado de un paje, que destaca sobre los demás como un tipo africano, perfectamente plasmado con gran realismo. Este rey aporta un toque de exotismo con su turbante, joyas y plumas.
En primer plano está Melchor , anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color, procedente de Europa; y entre los dos, Gaspar el más joven y rubio de los tres reyes magos procedente de Asia, también con turbante. El Niño, sentado sobre su madre, la Virgen, aquí muy joven, con cinta en el pelo rojo (símbolo de la Pasión) como su vestido y con manto azul (símbolo del cielo ); detrás de ellos San José más mayor que la Virgen.
El personaje que queda a la izquierda de Baltasar parece ser que es un autorretrato del propio Maino.
Evangelio S.Mateo 2 , 1-12 “Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.”.
Gaspar entrega el incienso, preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de forma que al arder desprenda un humo fragante y un olor característico. El incienso en el símbolo de Dios.
Baltasar, entrega el oro, el más precioso de los metales. El Oro es el símbolo de realeza, dignidad, autoridad y soberanía.
Melchor entrega la mirra, que es una sustancia rojiza aromática en forma de lágrimas rojas (de nuevo el símbolo de la Pasión). La mirra es el símbolo del hombre, usada en perfumería ; también para embalsamar cadáveres (muerte de Jesús).
* Maíno de Castro, Juan Bautista (Pastrana, Guadalajara, 1578-Madrid, 1649), dominico y pintor español. Su formación básica se realizó acaso en Toledo, completada en Italia, es posible que comenzase visitando Milán, y ¬Roma, donde se pondría al corriente de las novedades técnicas y estilísticas allí desarrolladas durante la ¬primera década del XVI por el naturalismo, tenebrismo y el clasicismo. La huella del Caravaggio y de Carracci incuestionable en su pintura. De vuelta a España Felipe III lo llamó para que fuera maestro de dibujo del futuro Felipe IV.
Manuel. !!!! Feliz día de Reyes para todos !!!
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