La Inmaculada Concepción y la Anunciación

El pasado día 8, hemos celebrado la fiesta de La Inmaculada Concepción de la Virgen María y hemos escuchado la narración en el evangelio de San Lucas I, 26-38.
La anunciación por el gran significado que tiene ha sido ampliamente representada por los artistas, en especial en pintura. Una de las más conocidas la podemos disfrutar muy cerca pues se encuentra en la Galería Nacional del Prado en Madrid: La Anunciación de Fray Angelico.

La Anunciación es un tema central de la vida de Cristo, testimonio directo, evangélico: es la Encarnación del Hijo de Dios, el primer acto en la obra de la redención. La festividad se celebra el 25 de Marzo, nueve meses antes de la Natividad; fiesta muy popular entre las órdenes religiosas. Recordar las muchas iglesias dedicadas a la Anunciación.

La que hoy quiero recordar y compartir, mucho menos conocida, pero realmente magnífica es la elaborada por Piero Della Francesca, pintor renacentista italiano y que se encuentra integrada en El Políptico* de San Antonio ( Está realizada al temple sobre tabla de álamo de 191,5 x 170 cm y data de 1469. Se conserva en la Galería Nacional de Umbría, en Perugia. ). Dentro del conjunto del políptico la Anunciación posiblemente es la más tardía en su ejecución.
*Un políptico es una pintura compuesta por varias tablas.

El panel más conocido de este retablo es la Anunciación, situado en la parte del tímpano. En esta representación tenemos un marco irregular que acaba en una pirámide escalonada con tres personajes y una arquitectura primorosamente pintada. Algunos autores han manifestado la posibilidad de que la obra fuera adaptada a esta estructura y una vez acabada fuera recortada; pues si se observa la escena vemos que puede existir esa posibilidad ( los arcos se interrumpen abruptamente).

En la Anunciación se representan dos mundos diferentes, el mundo celestial (el ángel), y el mundo terrenal, pero místico, religioso (María), dentro de una perspectiva arquitectónica magistral (solo en la izquierda se ve el atisbo de un pequeño jardín). Tenemos un marco de mármoles blancos y rosados, con un punto de perspectiva central, que parece dividir la escena, pero que realza el primer plano de la Anunciación. Un pórtico de columnas lisas con capiteles corintios, y sobre el pórtico, la figura del Espíritu Santo, en una aureola de luz dorada que se dirige hacia la Virgen María.
Hay autores que defienden que tal bosque de columnas impide al ángel ver a María, pero que la columna que se interpone entre ambos parece invocar el tema de la Columna est Christus para validar su hipótesis de una intención formal de Piero de decir "el regalo invisible en el lugar de la Anunciación" el infinito viniendo a lo finito, el Creador a la criatura.

El ángel mantiene una actitud activa, es el que anuncia el mensaje; se encuentra frente a la Virgen, arrodillado con sus manos cruzadas en el pecho, también sereno y mirándola ó de frente a la columna que antes hemos citado, como símbolo de Cristo.
Tradicionalmente el ángel suele llevar un lirio inmaculado, (símbolo de pureza y castidad, con tres flores, porque María es Virgen, antes, durante y después del parto), en sus manos, con vestiduras blancas o claras, y alado. Desde el Concilio de Trento se le representa levitando, sobrevolando la estancia porque viene desde lo alto.
El ángel pierde parte de su protagonismo porque en la escena irrumpe le Espíritu, la fuerza y la presencia lumínica de Dios, en forma de paloma, como un haz de luz desde un cielo radiante, abierto.
Poco tiempo después en 1568 Vasari habló del ángel en estos términos: “arriba la Anunciación bellísima con un ángel que parece venir del cielo y lo que es más una perspectiva de columnas que disminuyen muy bella ..”

Y por último la Virgen de pie, levemente inclinada, con los brazos cruzados en oración con un devocionario en la mano derecha. El semblante sereno, tranquilo, no hay sorpresa o miedo; parece que el autor recoge el momento del evangelio : “aquí está la esclava del señor; hágase en mí según tu palabra”.
Aunque la Virgen es un personaje colocado lateralmente, siempre es la protagonista de la escena representada. En otras ocasiones la Anunciación a menudo representa a la Virgen junto al pozo, para sacar el agua, o hilando, pero casi siempre hay una alusión a la Virgen en oración, con un libro piadoso (como es este caso), junto a un reclinatorio, un atril, una mesita.

Manuel

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