El hijo pródigo

El hijo pródigo (1666-1669)


Museo del Hermitage, san Petersburgo. Rembrandt


La idea de esta parábola, representada en este cuadro, ha sido utilizada frecuentemente como idea del arrepentimiento “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo” Lc 15,21 y del perdón “ este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado” Lc 15, 24

Esta obra es una de las más importantes de Rembrandt ( pintor holandés influido por Caravaggio y Tiziano), y que ya había tratado anteriormente en un aguafuerte hacia 1636; donde padre e hijo son mostrados de perfil al espectador.

El cuadro nos presenta una imagen de gran impacto, donde no están presentes otros elementos que distraigan al espectador de la escena principal. Rembrandt se inspira en la narración del evangelio de San Lucas, 15, 11-32; donde nos muestra el abrazo del padre al hijo, después de la vuelta de este al dilapidar sus bienes.

En un primer término tenemos los pies, uno descalzo y sucio, el otro con la sandalia rota; para indicarnos el gran camino recorrido y la humillación del joven que teniéndolo todo, se vió obligado a cuidar de los cerdos : “ se puso a servir a un hombre en aquella región, el cual lo mandó a sus tierras a guardar cerdos; le entraban ganas de saciarse con las algarrobas que comían los cerdos y nadie se las daba” (Lc, 15, 15-16). Solo la espada que apenas se ve, nos indica la nobleza del hijo que esconde la cara entre las ropas de su padre; ropas que nos indican también el contraste entre la nobleza del padre, y las harapientas de su hijo.
El otro elemento importante y que llena toda la escena del cuadro, son las manos del padre, que le acogen con fuerza, que le arropan con gran amor.Es sin duda el efecto más grande de todo el cuadro como símbolo del perdón.
La escena se completa con el rostro sereno del anciano; donde además el pintor concentra la mayor luminosidad para mostrarnos esa misericordia hacia el hijo; pues fijándonos el resto de la escena permanece en penumbras. La luz es el símbolo de la naturaleza del padre.
El otro protagonista es la figura del hijo mayor que de pie permanece en la distancia manteniéndose frío y ajeno a la acogida del padre hacia su hermano : “ hace tantos años que te sirvo y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos” Lc 15, 29.

Esta obra de Rembrandt es una de las últimas de su vida, y le acompaño hasta el final, pues en el momento de su muerte la había conservado. Posiblemente pintada por propia iniciativa pues no consta que fuese un encargo. Ejemplo que nos muestra la máxima misericordia del ser humano quizás supuso para el pintor también un consuelo pues sus últimos momentos fueron de pobreza soledad cuando ya su mujer y tres hijos habían muerto.
Notas tomadas de la revista Magnificat .Nº 79
(Manuel y Piedad)



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