Fenómeno en España: convento de clausura atrae a decenas de jóvenes profesionales







Era el 22 de enero de 1984 y Marijose Berzosa –el nombre de Sor Verónica en el mundo- decidió, a los 18 años, dejar atrás la carrera de medicina, los amigos, las discotecas de los 80 y el baloncesto.
"Nadie me entendió. Hubo apuestas de que no iba a durar nada. Pero ellos no sentían la fuerza del huracán que me arrastraba", cuenta Sor Verónica. "Era la clásica adolescente en busca de una salida... y tomé la decisión en apenas quince días".
El diario español El País, uno de los más favorables a la actual campaña socialista contra la Iglesia Católica en España, no pudo resistir publicar un extenso reportaje a Sor Verónica, quien según el diario, "se ha convertido en el mayor fenómeno de la Iglesia desde Teresa de Calcuta"; pues "ha hecho de aquel vetusto convento de Lerma un atractivo banderín de enganche para vocaciones femeninas que cuenta con 135 monjas con carrera y una media de edad de 35 años y un centenar más en lista de espera. Y ya ha abierto una sucursal en la localidad de La Aguilera, a 40 kilómetros de Lerma, en un enorme monasterio cedido por sus hermanos franciscanos."
"Un boom insospechado de vocaciones cuando los jesuitas tienen apenas 20 novicios en toda España; los franciscanos, cinco, y los paúles, dos. En un momento en que se importan monjas de la India, Kenia o Paraguay para evitar el cierre de conventos habitados por ancianitas, y que la mayoría de nuestros sacerdotes superan los 60 años", dice el reportaje.

Según El País, la mayoría de las religiosas jóvenes que se han visto atraídas por la vocación de Sor Verónica "ha tenido pareja y empleo… No son monjitas de escasa teología… han sido educadas en la Iglesia de resistencia de Juan Pablo II. Son militantes… Son urbanas y con estudios. Ninguna es inmigrante. Hay cinco hermanas de la misma familia; 11 parejas de hermanas de sangre y unas gemelas. Abunda la clase media. Y los títulos universitarios. Esta comunidad ofrece un completo catálogo de abogadas, economistas, físicas y químicas; ingenieras de caminos, industriales, agrícolas y aeronáuticas; arquitectas, médicas, farmacéuticas, biólogas y fisioterapeutas; bibliotecarias, filólogas, pedagogas y fotógrafas".

Una de las hermanas de la comunidad entrevistada por El País define su clausura como "una casa abierta a los que llaman a nuestra puerta. Queremos compartir nuestra fe, dar a conocer lo que nos está pasando. Y si ven a Jesús en nosotras, adelante. España está tan pagana que hace falta que compartamos nuestra fe, no que la vivamos a solas. Es el momento de actuar".
DEMOS GRACIAS A DIOS
POR SU VALOR Y ENTREGA

Comentarios