Recientemente termine de leer este libro que D. Pedro recomendó tiempo atrás. Bien, la verdad es que escribo aquí para comentar que verdaderamente me gustó y os animo a que también lo leáis. El autor desmenuza el cuadro de Rembrandt, poco a poco, y en muchos momentos acercandolo a lo que ha sido su vida, se ve en el reflejad0 y su vida parece caminar pareja a la parábola del hijo que regresa al Padre.
Es un libro para leer, reeler y flexionar, para pensar despacio, para aprender.....
Son muchos los párrafos que te invitan a la meditación. Sirva como muestra este pasaje, que habla de las Bienaventuranzas ( cuando lo leí me situe en el lugar, en aquella mañana que estuvimos en Tierra Santa, en el sol, en la misa, en la contemplación del lago.....
"" Estas palabras (se refiere a las bienventuranzas) dibujan el retrato del hijo de Dios. Es un autorretrato de Jesus, el Hijo Amado. Es también el retrato de lo que yo debo ser. Las Bienaventuranzas me muestran el camino más simple para llegar a casa, a la casa de mi Padre. Y por esta ruta descubriré las alegrias de la segunda infancia: comodidad, misericordia, e incluso una vision más clara de Dios. Y cuando llegue a casa y sienta el abrazo de mi Padre, veré que no solo he de reclamar el cielo, sino que la tierra también será mi herencia, un lugar donde puedo vivir en libertad sin obseciones ni coacciones.""
Libro: El regreso del hijo prodigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt
Autor: Henri J.M. Nouwen
Es un libro para leer, reeler y flexionar, para pensar despacio, para aprender.....
Son muchos los párrafos que te invitan a la meditación. Sirva como muestra este pasaje, que habla de las Bienaventuranzas ( cuando lo leí me situe en el lugar, en aquella mañana que estuvimos en Tierra Santa, en el sol, en la misa, en la contemplación del lago.....
"" Estas palabras (se refiere a las bienventuranzas) dibujan el retrato del hijo de Dios. Es un autorretrato de Jesus, el Hijo Amado. Es también el retrato de lo que yo debo ser. Las Bienaventuranzas me muestran el camino más simple para llegar a casa, a la casa de mi Padre. Y por esta ruta descubriré las alegrias de la segunda infancia: comodidad, misericordia, e incluso una vision más clara de Dios. Y cuando llegue a casa y sienta el abrazo de mi Padre, veré que no solo he de reclamar el cielo, sino que la tierra también será mi herencia, un lugar donde puedo vivir en libertad sin obseciones ni coacciones.""
Libro: El regreso del hijo prodigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt
Autor: Henri J.M. Nouwen
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