
El Señor Jesús acogía a los pecadores y comía con ellos
Bendito seas por siempre, Señor
Oh Dios que con el ayuno de tu Hijo en el desierto
nos enseñaste que la vida del hombre
no sólo se sustenta con el pan
sino con toda la palabra que sale de Tu boca,
bendice esta mesa
y concede a cuantos vamos a participar en ella,
levantar hacia Tí el corazón
y desear el banquete de Tu Reino
Por Jesucristo nuestro Señor
Amén
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