YA VIENEN LOS REYES

El Evangelio de san Mateo refiere: “cuando Jesús nació en Belén de Judá, unos magos procedentes de Oriente, guiados por una estrella, entran en una casa, ven al niño con María, su madre, y postrándose le adoran, abren luego sus cofres y le ofrecen oro, incienso y mirra”( Mt.2, 1 y 9-11).
La palabra “mago” proviene del término persa “magu” dado a los sacerdotes persas, consultores de los reyes, dedicados a la astrología y astronomía de la religión de Zoroastro, quienes creían en la existencia beligerante del doble principio del bien y del mal.
El texto evangélico de Mateo habla de “magos de Oriente” sin el término de reyes y sin concretar su país, nacionalidad y número. Lo más probable es que eran sacerdotes y astrólogos de Arabia, dada la calidad de los regalos, incienso, oro y mirra, propios de esta nación. Sin embargo, las catacumbas romanas de los primeros tiempos de cristianismo contienen paredes las imágenes de los Reyes Magos; y en el siglo III, Tertuliano utiliza la expresión “Reyes Magos”, que hizo fortuna siendo aceptada por todos.
Primitivamente, su número osciló entre dos, cuatro, seis y doce. En el siglo III, Orígenes los fija en tres, atendiendo a los tres tipos de regalos, quedando de este modo establecido su número. En el siglo VIII, unos escritos atribuidos a san Beda dan sus nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar, considerando al primero como representante de Europa, al segundo de Asía y al tercero de África. Un mosaico del siglo XI de Ravena contiene sus nombres.
Una leyenda tradicional enseña que, en siglo IV, Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró las reliquias de los tres Reyes Magos en Belén, y las llevó a Constantinopla (Estambul). Posteriormente, en el siglo XII, pasan a Milán, y de aquí a la catedral de la ciudad alemana de Colonia, donde actualmente se veneran.
Los Reyes Magos reconocen y adoran al niño de Belén, hijo de María y de José, como Dios, Rey y Hombre, regalándole incienso, oro y mirra. Los cristianos, a partir del siglo V, comienzan a celebrar la fiesta de los Reyes Magos, como la epifanía o manifestación del Niño Jesús, salvador del mundo.
Sobre la “estrella” hay varias hipótesis, unos dicen era un cometa, otros afirman fue la conjunción de los planetas Saturno, Júpiter y Marte, acaecida en el año 447 después de la fundación de Roma, y otros enseñan que fue un meteorito luminoso próximo a la Tierra, dispuesto o creado por Dios para señalizar el nacimiento de su Hijo.

QUE LOS REYES OS TRAIGAN A TODOS

TODO LO MEJOR QUE OS PUEDAN TRAER


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