(IMPORTANTE: VER COMENTARIO ENTRADA DÍA 18 DE NOVIEMBRE. CALENDARIO DE ACTIVIDADES)
Para que no nos roben la Navidad …ni nosotros mismos la echemos por la ventana, algunas consideraciones y recordatorios…
El próximo domingo 30 de noviembre empieza el tiempo de preparación, el Adviento (= venida), cuatro semanas, cuatro domingos (30 N y 7, 14 y 21 D), antes del 25 de diciembre. La corona de Adviento es un redondel de follaje verde, que simboliza la eternidad y la vida, en el que se ponen cuatro velas; cuando se encienden significan la luz de la fe; el primer domingo de Adviento se enciende una, el segundo dos, etc.; la corona puede colocarse en la mesa de la sala de estar de la casa, por ejemplo.
Puede dársele también un sentido de preparación a la Navidad a la Novena a la Inmaculada (30 de noviembre a 8 de diciembre, lunes), que muchos viven.
Habrá que ir proveyéndose de letras de villancicos, sencillos instrumentos (panderetas…) y cds etc. de música navideña (para ambientar el hogar a modo de ‘hilo musical’).
¡Y habrá que ir pensando en el belén o nacimiento, que no puede faltar! No se trata de ponerlo ya, pero sí de “ir pensando”: en introducir alguna mejora, en cómo involucrar a tal o cual hijo, en la reposición de alguna figura que “causó baja”…
En cuanto a regalos, buen gusto (que es tan educativo) y “colmar” la ilusión con sobriedad. Lo primero, cada cual verá cómo ganar su personal batalla sobre lo hortera ambiental; y en cuanto a lo segundo, sorprender poniendo cariño y cabeza, sin añorar presupuestos más holgados, no exagerando nunca aunque “se pueda”.
“El” Regalo esencial de la Navidad es el Niño Dios: si esto -en alguna medida, de algún modo- no se capta y llena a todos de alegría, ¡menudos cristianos, menudos educadores en la fe somos
También con las balconeras, por supuesto: una magnífica idea).
Autor Juan Durán
El próximo domingo 30 de noviembre empieza el tiempo de preparación, el Adviento (= venida), cuatro semanas, cuatro domingos (30 N y 7, 14 y 21 D), antes del 25 de diciembre. La corona de Adviento es un redondel de follaje verde, que simboliza la eternidad y la vida, en el que se ponen cuatro velas; cuando se encienden significan la luz de la fe; el primer domingo de Adviento se enciende una, el segundo dos, etc.; la corona puede colocarse en la mesa de la sala de estar de la casa, por ejemplo.
Puede dársele también un sentido de preparación a la Navidad a la Novena a la Inmaculada (30 de noviembre a 8 de diciembre, lunes), que muchos viven.
Habrá que ir proveyéndose de letras de villancicos, sencillos instrumentos (panderetas…) y cds etc. de música navideña (para ambientar el hogar a modo de ‘hilo musical’).
¡Y habrá que ir pensando en el belén o nacimiento, que no puede faltar! No se trata de ponerlo ya, pero sí de “ir pensando”: en introducir alguna mejora, en cómo involucrar a tal o cual hijo, en la reposición de alguna figura que “causó baja”…
En cuanto a regalos, buen gusto (que es tan educativo) y “colmar” la ilusión con sobriedad. Lo primero, cada cual verá cómo ganar su personal batalla sobre lo hortera ambiental; y en cuanto a lo segundo, sorprender poniendo cariño y cabeza, sin añorar presupuestos más holgados, no exagerando nunca aunque “se pueda”.
“El” Regalo esencial de la Navidad es el Niño Dios: si esto -en alguna medida, de algún modo- no se capta y llena a todos de alegría, ¡menudos cristianos, menudos educadores en la fe somos
También con las balconeras, por supuesto: una magnífica idea).
Autor Juan Durán
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