Flagelación de Cristo

Jaime Huguet (1415-1492)
Museo del Louvre

Flagelación de Cristo

Jaime Huguet, pintor catalán del S.XV, realiza su obra pictórica en Barcelona sobre todo a partir de 1452, donde los importantes gremios, y la naciente burguesía encargaban sus obras. Su estilo pertenece al gótico tardío, y ya vemos en él detalles que anuncian el próximo renacimiento.
Esta obra, hoy en el Louvre, fue encargada por el gremio de zapateros, para el altar de la catedral de Barcelona.
La composición en perfecta simetría, con el eje principal en Cristo, y la columna a la que está 
atado: Jesús, mira a Pilato, mientras dos personajes le azotan; a ambos lados hay multitud de personajes que miran la escena o hablan entre sí. Cristo aparece sin túnica, y el pintor realiza un estudio anatómico que mejora épocas anteriores, y sirve de antecedente al realismo del renacimiento que esta por llegar.
Los personajes que le azotan también tratan de tener "movimiento", aunque no muestran en sus caras la dureza de la acción que se comete; al mismo tiempo que aparecen ricamente vestidos, como ocurre con las escenas laterales, donde se comenta y contempla la flagelación. El detalle de las caras de los personajes y sus ricas vestimentas, son de influencia flamenca y seguramente representando miembros del gremio de zapateros, que fue, recordamos el que encargo el trabajo.
El personaje más ricamente vestido es Pilato, que aparece entronizado (trono, corona,cetro...).
A la izquierda, vemos dos personajes nimbados, San Juan y San Pedro; con ropajes más sencillos; y que nos recuerdan dos momentos de la Pasión que está comenzando : la negación de Pedro y la presencia de Juan al pie de la cruz.
También es de señalar la presencia de tres ángeles que recogen la sangre de Cristo. Observar como estos, forman un triángulo, símbolo de Dios Padre.
Por último ver como aunque el pintor desconoce aún el tratamiento de la perspectiva renacentista, consigue en el suelo, y con los arcos que abren la escena al paisaje, esa idea de profundidad del espacio, eliminando además el fondo dorado típico del gótico.

Fuente: Magnificat nº115

Manuel

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